El grupo de intermediación inmobiliaria Tecnocasa prevé abrir este año unas 65 franquicias en España, concretamente en Cataluña, Madrid, Andalucía y Comunidad Valenciana, que supondrán la creación, entre este ejercicio y el próximo, de cerca de 300 nuevos puestos de trabajo.
La compañía, que desembarcó en España en el año 1994, ha tenido que acometer en estos años de crisis un duro ajuste y el cierre de cerca de 700 oficinas, aunque en 2010 logró volver a crecer, informa Efe.
«El año más duro fue 2008, pero en 2010 conseguimos entrar en la normalidad y desde hace cuatro años estamos en una situación de estabilización y beneficios, preparados para estos momentos de recuperación», explica el director de Análisis del grupo, Lázaro Cubero.
Tecnocasa cuenta con una red de 321 oficinas −tenía unas 1.000 en el año 2006−, de las que una treintena corresponden a la firma de mediación financiera Kiron, y emplea a unas 1.400 personas en toda España.
El grupo italiano opera principalmente en la zona del Mediterráneo y Madrid y a lo largo de 2014 prevé seguir creciendo en estas regiones con la apertura de 65 nuevas oficinas, cada una de las cuales dará empleo a cuatro o cinco comerciales.
«Cuando tengamos una zona bien cubierta, entonces daremos el salto a otra región», señala Cubero, que comenta que cada franquicia Tecnocasa trabaja en una zona muy reducida, cubriendo unas 5.000 viviendas, lo que facilita que en una misma ciudad pueda haber muchas franquicias inmobiliarias para dar un servicio más especializado al cliente.
Cubero destaca que para ser franquiciado de Tecnocasa es necesario haber sido comercial de la compañía, una política empresarial que evidencia, en su opinión, la apuesta de la firma «por personas de la casa», que conozcan bien el funcionamiento del grupo y que deseen prosperar en su carrera profesional.
Tecnocasa intermedió el pasado año en la compraventa de cerca de 6.000 viviendas, una cifra que espera superar este año, aprovechando la incipiente recuperación de la economía española.
Según Cubero, el precio de la vivienda usada ha caído aproximadamente un 58 % en los últimos siete años, lo que ha facilitado la entrada de pequeños inversores que encuentran en el sector inmobiliario una mayor rentabilidad para sus ahorros.
La mayoría de estos pequeños ahorradores, como comerciantes o jubilados, compran pisos para alquilarlos, a menudo en sus propios barrios, y aproximadamente el 60 % de ellos pagan al contado.
Cubero asegura que el alquiler es la transacción prioritaria en estos momentos, sobre todo por la dificultad de acceso al crédito bancario, pero recalca que «la cultura de un país no se cambia de un año para otro» y que en el mundo latino, «si podemos elegir, optamos por ser propietarios».
Afirma asimismo que el producto inmobiliario que está a la venta y que no es bueno «no tiene salida, prácticamente a ningún precio».
Cubero cree que «estamos cerca del final de la caída» del precio de la vivienda, lo que está muy relacionado con el número de compraventas, que aunque ha seguido cayendo en el último semestre tiende a la estabilización.
«En 2014 estaríamos llegando en muchas zonas al suelo, pero no todas las zonas tienen el mismo comportamiento», avisa el directivo, que considera que tendrá que pasar un largo tiempo antes de que veamos un repunte de los precios en el sector inmobiliario.
«Después de haber caído un 58 %, por el hecho de que suba un 5 % no podemos hablar de repunte de los precios. Estaremos unos años en que el precio estará estabilizado», subraya Cubero.
Fundado por Oreste Pasquali, su actual presidente, el Grupo Tecnocasa nace en 1980 en Milán (Italia) y en 1986 adopta la fórmula de franquicia, la misma que utiliza en España, donde este año cumple 20 años de actividad.
La compañía está hoy en día presente en trece países y opera a través de tres marcas en franquicia: Tecnocasa y Tecnorete, dedicadas a las intermediación inmobiliaria, y Kiron, la empresa especializada en servicios financieros.