La cadena de restauración mexicana prevé abrir 5 nuevos locales franquiciados a lo largo de 2017.
La Mordida es una cadena de restauración especializada en comida mexicana que comenzó en 1995. Si bien en 2014 comunicó su intención de franquiciar el negocio, con la primera apertura en Madrid, es ahora, en 2017 cuando realmente se ha centrado en su expansión de franquicias nacional a través del sistema de franquicias.
Los restaurantes La Mordida destacan por una gran variedad y calidad de sus platos y bebidas. Su éxito entre el público radica en una cuidada selección de los platos tradicionales mexicanos. Recetas ancestrales, armonizadas con la maestría del experto chef Honorio Vaquero: una feria de sabores, olores, colores y sensaciones que ha cautivado al exigente paladar madrileño.
Con el concepto de negocio consolidado en Madrid a través de restaurantes propios y un local franquiciado, los responsables de la cadena se plantean ahora el paso a otras ciudades del país como Barcelona, Valencia, Málaga o Bilbao.
Ventajas de la franquicia La Mordida
Los restaurantes La Mordida ofrecen una amplia rentabilidad a los emprendedores, con un amplio horario comercial que va desde el aperitivo hasta los cócteles, pasando por la comida, el afterwork y la cena.
La inversión media inicial para unirse a la franquicia La Mordida es de 145.000 € más 20.000 euros de canon de entrada. La facturación anual, una vez pasado el periodo de adaptación al mercado (estimado en unos cuatro meses) está en torno a los 750.000 € con un margen neto del 23%.
Para esta nueva etapa en la expansión, La Mordida cuenta con un nuevo equipo con gran experiencia en el sector de la franquicia y ha reforzado también otras áreas como sistemas de información u operaciones, que ofrecerán apoyo en todo momento a los emprendedores interesados en el concepto de negocio y a los franquiciados.
Nueva línea de negocio
Los creadores de La Mordida acaban de lanzar una nueva línea de negocio, Ricos Tacos, con el diseño de una cantina en la que disfrutar comida texmex en un ambiente informal y divertido. Se trata de un modelo de restauración de fast food que ya ha abierto su centro piloto en Madrid, con el objetivo de empezar a franquiciar en un futuro cercano.