RE/MAX Clásico, la red de franquicias inmobiliarias número 1 a nivel mundial y en España, ha llegado a un acuerdo con DINSA, empresa especializada en servicios de eficiencia energética, para dar una atención personalizada, altamente eficiente y a medida a sus clientes en torno a esta materia, especialmente en un momento clave como el actual.
Desde el 1 de junio la certificación de eficiencia energética de las viviendas es obligatoria para cualquier operación de compra-venta o alquiler de inmuebles y RE/MAX Clásico quiere ofrecer a sus clientes de la mano de DINSA, un valor añadido para la venta de sus propiedades.
DINSA realizará una inspección a fondo para conseguir el certificado energético, incluyendo las recomendaciones para la mejora de la eficiencia del inmueble, que acompañan al mismo. La franquicia RE/MAX, con su dilatada experiencia en el sector inmobiliario, asesorará a sus clientes sobre las actuaciones que, además de mejorar la eficiencia energética del inmueble, sirvan para mejorar su posicionamiento en el mercado de compra-venta, alcanzando un resultado positivo tanto para el particular como para el medioambiente.
De esta forma, se ofrece el servicio de certificación obligatorio, pero se completa con la atención personalizada e integral que ha situado a RE/MAX Clásico como líder en su sector, apoyado en el terreno de la eficiencia energética por otro líder, como es DINSA, con su amplia cartera de ingenieros y consultores de primer nivel. Entre ambas compañías buscan no sólo ayudar a hacer cumplir con los mínimos legislativos sino también impulsar la eficiencia energética a través de un sector clave, como es el inmobiliario.
El porqué de la certificación energética de viviendas
El objetivo de esta nueva medida, que llega a España con retraso dentro del contexto europeo, es el de mejorar la eficiencia energética del parque de viviendas, facilitando información al comprador sobre esta materia para que pueda incorporarla a su decisión de compra.
De esta forma, también se asegura una creciente preocupación por parte de los constructores de seguir mejorando en esta materia para ofrecer productos de la máxima calidad. Un ejemplo con un cierto paralelismo, se da en el sector de los electrodomésticos, donde las calificaciones iniciales se han quedado cortas (ahora es muy habitual encontrar productos con calificaciones “A+”, “A++”, etc…).
Además, dentro del propio Real Decreto que introduce el procedimiento básico para este tipo de certificación, aprobado en abril, se incluye la obligación de que, a partir de 2021, todos los edificios que se construyan sean “de consumo de energía casi nulo”.