Se trata de terapias basadas en la nutricosmética de esta reputada marca catalana (aceites esenciales, cremas antienvejecimiento, etcétera), que están destinadas, bien a la nutrición e hidratación dermatológica, bien a la oxigenación de los tejidos y la relajamiento y remineralización del cuerpo.

El motivo por el que sus tres creadoras pusieron en marcha la franquicia Templo del Masaje  fue el de hacer accesibles los servicios estéticos, y sobre todo los diferentes tipos de masaje, a todo el mundo, y que la gente pudiese aprovechar los beneficios de estos tratamientos cuando los necesitase. Pero además, buscaban difundir unos valores de relajación y de confianza en las terapias alternativas, así como emplear unas técnicas y unos productos 100% naturales. Por ello, su acercamiento a Alqvimia estaba cantado, pues no en vano esta marca no es sólo la más valorada del sector cosmético, cuyo objetivo es crear productos y tratamientos exclusivos, respetando al máximo la naturaleza y al ser humano; es que se trata de valores que comparten ambas compañías. Alqvimia surge en el año 1984, en Tortellá (Girona), y cuenta con una amplia gama de productos de nutricosmética de lujo (aceites esenciales, cremas antienvejecimiento, etcétera), donde se mezcla el arte tradicional de la aromaterapia y la botánica, con las últimas innovaciones, pero siempre de forma respetuosa con el ecosistema, de modo que ninguno de sus productos haya sido manipulado genéticamente, ni testado en animales.

Coincidiendo con la celebración del Día de la Madre, los establecimientos de la cadena de franquicias de estética y belleza Templo del Masaje incorporan tres nuevos tratamientos, idóneos para estrenarlos como regalo exclusivo en esta fecha señalada: Reina de Egipto, Terapéutico contra el dolor y Oasis de Serenidad. El primero de ellos, el tratamiento Reina de Egipto, es un ritual de belleza, con envolturas y sales del Mar Muerto que, con incienso y mirra, rejuvenecen la piel para lograr que su receptora se sienta como la mismísima reina Cleopatra –que da nombre a este tratamiento único–, para devolverle toda la belleza y atractivo a la piel. Pues el fin perseguido es ese: la nutrición e hidratación dermatológica, la relajación del cuerpo y el rejuvenecimiento del mismo. Tras una cálida ducha final, el tratamiento culmina con un masaje relajante y desestresante con un aceite corporal específico para cada tipo de piel.

El Tratamiento terapéutico contra el dolor es una terapia específica contra el malestar de las articulaciones, que proporciona una relajación total. Se trata de actuar sobre las articulaciones, que son las zonas donde confluyen los huesos y aportan la flexibilidad al sistema óseo para el movimiento. Con el paso del tiempo es normal que se pierda masa ósea, sobre todo tras la menopausia o por la pérdida de calcio y otros minerales, lo que puede generar artritis, artrosis, reuma, etcétera. Los tres objetivos del tratamiento son: la oxigenación de los tejidos, el estado de calma en el cuerpo y la posterior relajación, pues no en vano concluye con un masaje haciendo uso de aceite corporal de manzanilla, enebro y romero.

Y el tercero de ellos, el tratamiento Oasis de Serenidad es un circuito ‘spa’ que elimina el estrés, proporcionando bienestar físico y psíquico, combinando una terapia corporal anti estrés y un tratamiento facial nutritivo e hidratante, generando una agradable sensación de paz y relajación, pues busca el equilibrio del cuerpo mediante la hidratación, la relajación y la remineralización. Incluye mascarilla de barro del Mar Muerto, exfoliación con sales, aceite de zanahoria, la aplicación de crema de contorno de ojos y facial, y un masaje relajante y desestresante usando aceite corporal.

Para aquellos emprendedores interesados en unirse a Templo del Masaje, la inversión inicial ronda los 20.070 euros (sin incluir la obra civil), con un canon de entrada de 6.000 y un ‘royalty’ mensual de 500 euros. El contrato se establece por un periodo inicial de 10 años. En cuanto al establecimiento necesario, ha de hallarse a pie de calle y contar con un mínimo 50 m2, preferible en zonas de más de 100.000 habitantes con una renta per capita media, en barrios consolidados comercialmente y, a ser posible, en zonas comerciales y/o empresariales, con tránsito peatonal y facilidad de aparcamiento.