A India le gusta tanto el oro, que el año pasado tuvo que cerrar las puertas a nuevas importaciones para intentar recortar el enorme déficit comercial del país.
Y parece que, al menos sobre el papel, ha funcionado. El déficit comercial ha caído un 65% entre 2013 y 2014. La mitad de la caída se ha producido gracias a un menor número de importaciones de oro, según explica Matthew Turner de Macquari. Pero matar el abastecimiento no mató la demanda, ya que las importaciones ilegales se multiplicaron.
El nuevo gobierno del BJP bajo las órdenes de Narendra Modi, ha convertido la persecución a contrabandistas en uno de los puntos clave de su campaña contra la corrupción. Y eso es parte importante de su interés por la desregulación y el crecimiento. Así que, ¿qué hacer sobre el oro?
Se dice que el contrabando, igual que la demanda legal de oro de India, está cayendo. Las primas locales con respecto al precio en Londres (el de referencia a nivel mundial) han retrocedido desde el récord de 130 $ la onza hasta los 10 $ la onza. En combinación con la típica calma durante el periodo estival (donde la compra de bodas y festivales es menor), las expectativas para unas reglas de importación más laxas y, en consecuencia, menores primas, son altas. Se espera que en los presupuestos de esta semana se incluya un recorte del impuesto sobre la importación del oro desde el actual 10%.
India compra una onza por cada cuatro que se venden en el mundo. China ahora hace lo mismo, pero los 2.000 años de antelación de India implican que los templos y casas amontonan ya muchísimo más oro (en torno a 20.000 o, incluso, 25.000 de las reservas mundiales estimadas de 180.000 toneladas existentes sobre la tierra). La Fed, a efectos de comparación, alega tener una reserva de 8.000 toneladas de oro.
Así que en lugar de importar el oro para satisfacer la nueva demanda (ya que India no tiene producción minera), ¿por qué no utilizar lo que ya está dentro? El Reserve Bank of India propuso esto el miércoles pasado, diciendo que venderá lingotes viejos de sus reservas para convertirlos en joyería y utilizará el dinero para comprar oro Good Delivery en reserva en el Banco de Inglaterra en Londres.
No se ha revelado la cantidad de lingotes pre modernos que se venderá. Pero añada lo que añada a la oferta interna de oro de India, el efecto neto será nulo para las reservas de oro de India. Lo que hará será mejorar la calidad y mover el oro de la nación para prepararlo para la acción, si fuera necesario, en el mercado del oro más profundo del mundo. Algo, sin duda, muy inteligente.
Más inteligente todavía es una propuesta de los dos bancos estatales, el State Bank of India (SBI) y el Bank of Baroda. Dicen que su oro, si se deposita por clientes del banco, debería ser contado como parte de los ratios de reserva solicitados, tanto en liquidez, como en efectivo.
«Cuando los bancos tienen oro, es de gran valor», dice el presidente del Bank of Baroda, S. S. Mundra. Reconocer esto «encaja con el gran patrón» de la ambición a largo plazo de India de «desenterrar el oro y traerlo a los sectores productivos de la economía».
Turquía hizo algo similar en primavera de 2011. El cuarto consumidor de oro del mundo, también se sienta sobre grandes pilas de oro de posesión privada. Pero Ankara fue más allá y también contó esos depósitos, hechos por ciudadanos particulares en bancos comerciales, como parte de sus reservas nacionales de oro. Las reservas oficiales del CBRT se han cuadriplicado desde entonces. ¿Acaso el Reserve Bank of India se ha percatado de ello?
De cualquier forma, las llamadas economía emergentes con economías muy arraigadas al oro se dirigen hacia la monetarización y movilización del oro. Pekín se mueve rápidamente para desrregular el metal y el Banco Popular de China ha puesto el mercado del oro en el centro de las reformas financieras de China. Cuatro décadas después de que el presidente estadounidense Nixon terminará definitivamente con el patrón oro, sigue lejos de ser una «reliquia barbárica» para los servicios financieros en las economías en auge.