Según los responsables de esta marca, permite ganar algo más de 20.000 euros el primer año, tanto por la venta de minutos de bronceado con las maquinas, como por el retorno de la inversión inicial y las ‘ventas cruzadas’; es decir, aquella parte del tique de caja de clientes consumidores del bronceado, que finalmente adquieren productos y/o servicios del otro negocio en marcha. Esto hace que su propietario consiga unos beneficios netos en cinco años de casi más de 100.000 euros.
Desde luego, CornerSol no es una franquicia al uso; ni una cadena dedicada al bronceado más, sino que se trata de un imaginativo concepto de negocio que propone la instalación, dentro de cualquier negocio ya en funcionamiento, de aparatos de bronceado para diversificar su actividad, y hacerlo más atractivo de cara al el público, además de aumentar significativamente su rentabilidad. Y de la mano de un experto, que se hace cargo de su instalación y mantenimiento. “Así, cualquier centro de estética y belleza, gimnasio, perfumería, parafarmacia, peluquería o similar, que disponga del espacio suficiente y de la potencia eléctrica necesaria, puede optar por añadir a su negocio una nueva sección, en alguna parte de su establecimiento infrautilizada, y lo que es más importante crear así una nueva fuente de ingresos, mediante el bronceado, sin necesidad de adquirir ninguna máquina, ni saber en absoluto del sector”, explica Alberto González, creador de este singular concepto de negocio. La inversión a la que ha de hacer frente el empresario-franquiciado propietario del local es de un canon de entrada de 2.500 euros y otros 2.000 euros de adecuación de los 15 m2 donde se vaya a ubicar el ‘rincón’ CornerSol. Existe además un adelanto de 15.000 euros, retornables, pues al no tratarse de maquinas en propiedad, CornerSol devuelve progresivamente este importe durante los tres primeros años.
El empresario-franquiciado propietario del local se encarga sencillamente de la venta de bonos de bronceado y de los productos aceleradores, así como de la puesta en marcha de las sesiones, a través del software de gestión que se le proporciona, y de la limpieza y desinfección de los equipos entre sesión y sesión. A cambio, se reparte con la franquicia CornerSol cada una de las operaciones.
“Por nuestra parte, costeamos y nos hacemos cargo del mantenimiento de los equipos, cambio de tubos, compra de cosméticos, inspecciones de seguridad, averías, ampliación de la normativa en relación al bronceado artificial, aplicación de la LOPD y formación del empresario”, confirma Alberto González, creador de CornerSol, un singular concepto de negocio “que permite ganar algo más de 20.000 euros el primer año, tanto por la venta de minutos de bronceado con las maquinas, como por el retorno de la inversión inicial y las ‘ventas cruzadas’; es decir, aquella parte del tique de caja de clientes consumidores del bronceado, que finalmente adquieren productos y/o servicios del otro negocio en marcha. Esto hace que el retorno de la inversión pueda efectuarse aproximadamente en 12 meses, y que el propietario del negocio consiga unos beneficios netos en cinco años de casi más de 100.000 euros”.
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La compañía ha inaugurado ya un centro operativo en Gijón, y las próximas franquicias de estética y belleza van a tener lugar en Mataró (Barcelona) y Salamanca. La intención de CornerSol es alcanzar los 10 centros operativos entes de concluir el invierno. El plan de expansión que nos hemos marcado es llegar al centenar de centros en tres años: 10 en esta etapa de arranque, 30 en 2014 y 60 más en 2015. Pues la idea de la marca es que el cliente esté dado de alta en una base de datos común, y pueda tener acceso a cualquier ‘rincón’ CornerSol sea de la ciudad que sea, de tal forma que pueda recibir una sesión independientemente de la ciudad donde viva.