La provincia de Almería contará en sólo unos días con una franquicia educativa internacional, con presencia en 26 países, y que hasta ahora, en territorio andaluz, únicamente se encontraba en Córdoba. Se trata de la franquicia Jumping Clay, cuya filosofía de trabajo es aprender jugando y que aterrizará en Almería en septiembre de la mano del emprendedor almeriense Jesús Velasco.
La fórmula de negocio de Jumping Clay se basa en la apertura de un establecimiento desde el cual, llevar a cabo talleres educativos, principalmente para niños y mayores, así como personas con discapacidad. A través del uso de una arcilla realizada con un material con una formulación secreta, de origen coreano (punto de partida de las franquicias de ocio infantil), sus propiedades provocan efectos y estímulos que mejoran la relajación, impulsan la creatividad y fomentan la inteligencia, la concentración, la habilidad y la autoconfianza, a punto de obtener la certificación por parte del Grupo Cinco, que demuestra en un estudio su poder terapéutico.
A sus 39 años de edad, Jesús Velasco posee la misma ilusión (o más) que un veinteañero, aunque a sus espaldas tiene una valiosa experiencia de 14 años en el sector de la banca, trabajando en la misma entidad. La idea surgió a consecuencia de la reestructuración financiera, motivo por el que se vio afectado por un ERE a finales de 2012. Sin embargo, Jesús Velasco ha sabido redirigir su carrera profesional aprovechando todas las habilidades comerciales que atesora tras su paso por esta entidad financiera, así como sus conocimientos económicos y empresariales, pues es licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad de Almería.
Así, tras darse cuenta de la imposibilidad de abrirse un hueco en la intermediación financiera, se decidió a buscar en otros segmentos. El pasado mayo acudió a Expofranquicia, en Madrid, y allí se le encendió la ‘bombilla’.
«Había más de 300 franquicias, la mayoría, internacionales. Pero la que más me llamó la atención fue Jumping Clay«, afirma. Después de documentarse y recibir el apoyo inestimable del franquiciado de Córdoba, «hice mi plan de viabilidad basándome en que es un buen producto, con un amplio mercado, pues es totalmente distinto a lo que hay en Almería, esa es la gran diferenciación».
Tras pasar todo el mes de julio en Valencia para recibir una formación intensiva por parte de los responsables de la franquicia, ha recabado en Almería con los derechos de explotación desde primeros de agosto, un mes casi, casi ‘maldito’, con la mayoría de las administraciones, instituciones y profesionales en vacaciones, un hecho que, sin embargo, no ha detenido a Jesús Velasco, que prevé inaugurar su establecimiento en septiembre.
En estos días de agosto, a pesar del parón veraniego, ha contactado con colegios públicos y privados, con geriátricos, así como asociaciones de centros para niños con discapacidad. También con Cajamar, para impulsar el producto a través de Acremar (Asociación Cultural y Recreativa de Empleados de Cajamar), con la Escuela de Bellas Artes, con el Ayuntamiento de Almería o empresas del calado de Ego Sport Center, a falta de concretar las acciones. Ya ha cerrado actividades temáticas con colegios almerienses como la Sagrada Familia y Ginés Morata y espera hacer lo propio con entidades del calado de la Unión Deportiva Almería.
Velasco prevé contratar, en principio, a dos monitoras para su establecimiento, con vistas a aumentar la empleabilidad, en función de la demanda, para las actividades que impartirá en él. También tendrá una parte de tienda, donde venderá la arcilla, disponible en ocho colores, así como el material necesario para hacer por uno mismo una determinada figura.