@PuntoBlancoCom alcanza las treinta tiendas en España y entra con franquicias en Egipto y Dubái
Punto Blanco engorda su red de distribución en España. La enseña, controlada por Corporación Empresarial Valls (que también es propietaria de otras marcas como Cóndor), ha apostado por la fórmula de la franquicia para desarrollar su negocio en el mercado nacional y, en el último año, ha sumado una veintena de nuevos establecimientos a su red. De este modo, Punto Blanco alcanza los treinta puntos de venta en España, tal y como ha explicado Josep Ignasi Reixach, director general de la compañía, a Modaes.es.
“Llevamos dos años haciendo pequeñas pruebas, pero ha sido en los últimos doce meses cuando hemos desarrollado realmente la red de franquicias de lencería en España”, sostiene Reixach. “Es un modelo multimarca en el que se distribuyen las marcas del grupo y donde hay la posibilidad de vender enseñas de terceros con las que llegamos a un acuerdo”, añade.
Además del desarrollo de franquicias en España, Punto Blanco está llevando a cabo un plan de expansión internacional con el que acaba de poner en marcha su primera franquicia en El Cairo, en Egipto, y tiene previsto inaugurar, en los próximos meses, su primer establecimiento en Dubái.
“Hace más de treinta años que vendemos en países árabes, pero ahora estamos llevando a cabo un plan para empezar a operar con franquicias, para poder incrementar nuestra penetración”, subraya Reixach.
Gracias a su plan de expansión nacional e internacional, Punto Blanco prevé incrementar un 6% su cifra de negocio en 2014, hasta 21,2 millones de euros, tras concluir 2013 con unas ventas de 20 millones de euros.
Este proyecto ha llevado a Punto Blanco a 40 países de todo el mundo, que ya copan el 15% de la cifra de negocio global de la compañía, y que incluyen países como Corea del Sur, en el que Punto Blanco ultima su desembarco de la mano de un socio local, o Japón, donde hace más de 25 años que distribuye a través del canal multimarca y donde ahora estudia la posibilidad de abrir corners con un socio local.
China es otro de los países en los que Punto Blanco está centrando más esfuerzos. La compañía, que ya cuenta con seis tiendas en el país, tiene previsto sumar un establecimiento más en el mercado. El objetivo de la empresa es testear con esta red de puntos de venta el conjunto del país, para luego llevar a cabo una segunda fase de desarrollo más agresiva.
La franquicia Punto Blanco también está apostando por crecer en Rusia, aunque debido a la actual situación de tensión política del país sus planes se han paralizado temporalmente. En Rusia, la compañía cuenta con presencia en dos puntos de venta, aunque tiene previsto que, una vez mejore la situación del país, esta cifra se incremente.
La compañía, que cuenta con una plantilla de alrededor de 300 personas, tiene su sede central en la localidad de Igualada (Barcelona), donde produce el 90% de los calcetines que luego distribuye. El resto de productos los fabrica en instalaciones subcontratadas de España, Portugal, el norte de África, Turquía o India.