Mortimer English Club llega a Turquía y a Malasia
Se trata de uno de los sistemas de aprendizaje más conocidos del mundo, a través de un método revolucionario e innovador: enseñar el idioma para aprenderlo como lo hicimos con nuestra lengua materna, sin presiones y fomentando el uso del mismo de un modo divertido y entretenido. Década y media de éxito en Alemania, su país de origen, le han granjeado ya más de 280 franquicias de idiomas abiertas en aquel país, que superan las 350 si se contabilizan los 25 mercados en los que tiene presencia. Entre ellos, España que ya dispone de ocho escuelas (cuatro de ellas franquicias pertenecientes a la ‘master’) abiertas al público, si bien el objetivo de sus responsables en nuestro país es alcanzar las 15 antes de concluir 2014.
La multinacional de la enseñanza del inglés para niños, jóvenes, adultos Mortimer English Club llega a Turquía y a Malasia, con la firma de sendas franquicias maestras con dos socios locales. Se trata de Fulya Saracoglu, una emprendedora con experiencia en el mundo de los negocios, quien va a comenzar abriendo escuelas en Estambul, ya en 2014, para desarrollar a continuación su expansión por el resto de la república transcontinental. Y de Elly y Joey Lee, un matrimonio con experiencia en el trato con niños, pues han dirigido durante años uno de los jardines de infancia más conocidos de Kuala Lampur, la capital. El hecho de contar con una licenciatura en Administración de Empresas les facilita la apasionante tarea de expandir la franquicia Mortimer English Club por todo Malasia.
Esta compañía, de origen alemán, propone a su alumnado adquirir el conocimiento de la lengua inglesa de una manera sencilla, intuitiva y eficaz, empleando para ello actividades lúdicas y programas de máximo interés, que segmentando según se trate de niños, jóvenes o adultos que deseen lograr un grado profesional, y también según el nivel previo que posea el propio alumno. “Son ya decenas de miles los estudiantes de todas las edades y niveles que han aprendido inglés con nosotros”, explica José Ignacio Pascual, franquiciado maestro de Mortimer English Club para España.
“Pero además, hablamos de un método de alta calidad, con desarrollo de materiales propios especialmente diseñados para la aplicación de nuestra técnica, que varía y tiene su propia estructura, por edades y por niveles. Es en todo caso una enseñanza enfocada a la comunicación, al entendimiento entre personas, y no a nivel teórico”.
Un “saber hacer” que la compañía ya ha sabido transmitir con éxito a más de 280 franquiciados en su país de origen, Alemania, a los que es preciso añadir casi un centenar más en los 25 mercados donde la marca está presente, desde que comenzara su expansión internacional en el año 2008. Entre ellos está, por supuesto, España, que ya dispone de ocho escuelas abiertas al público (cuatro de ellas franquicias pertenecientes a la ‘master’): Agua Dulce, Almería, Ávila, Cáceres (2), La Coruña, Logroño y Madrid/Retiro; si bien el objetivo de sus responsables en nuestro país es alcanzar los 15 centros antes de concluir 2014, estudiando candidaturas en toda la Península y las islas.
La enseñanza del idioma inglés crece de modo sostenido en nuestro país. Según las cifras que maneja el sector, este incremento ronda el 4-5% entre los adultos y el 8-9% en los niños, por lo que se trata sin duda de un buen sector por el que apostar. Esta enseña ofrece a emprendedores/inversores el poner en marcha su propia escuela de idiomas Mortimer English Club, para lo que, desde su oficina central en Valencia prestan todo el apoyo que requiera el nuevo empresario independiente, responsable de conseguir y gestionar sus futuros estudiantes. El perfil requerido por esta franquicia para ponerse al frente de un centro de la marca es el de una persona especialmente interesada en la educación, e incluye competencia en la gestión de negocios, capacidad de inspirar a los clientes y saber cómo socializar, habilidad para gestionar equipos y un fuerte deseo de triunfar, empleando un método que otros 350 emprendedores explotan ya con éxito.