•    Jose Carrera, Alfonso Couceiro y Tirso Tomás tienen claro que su apuesta por una cadena de gimnasios de proximidad, dotados con lo último en aparatos y material deportivo –nada menos que del ‘gigante’ mundial Precor–, con un equipo de entrenadores personales y un horario tan accesible que no cierra nunca sus puertas al público tiene que triunfar a la fuerza en una zona como el Cerro de los Gamos, con una población de poder adquisitivo medio-alto. 

Jose Carrera, Alfonso Couceiro y Tirso Tomás son tres emprendedores, que no han cumplido aún la treintena, cuya apuesta por un gimnasio de proximidad, abierto las 24 horas y dotado con los últimos aparatos y material deportivo es decidida y firme. Así, la inauguración de su Infinit Fitness en Pozuelo de Alarcón (Madrid) está siendo todo un acontecimiento en la zona de Cerro de los Gamos. “Todo comenzó porque yo era cliente de otro gimnasio hasta que mi hermano me avisó de un concepto nuevo, en La Moraleja, que le había llamado la atención por lo novedoso de la idea: buscar la proximidad a la gente, abrir las 24 horas del día, con sistemas domóticos de acceso mediante la identificación de su huella dactilar y un sistema de iluminación “inteligente”, equipados con los últimos aparatos y material deportivo –nada menos que del fabricante más reconocido y respetado del mundo en el ámbito de la salud y el fitness, el ‘gigante’ mundial Precor–, y con un equipo de entrenadores personales Infinit Studio y un especialista en Pilates, tanto para sesiones individuales como para entrenamientos en grupos reducidos, a disposición del socio”, explica Jose Carrera.

“Me acerqué para conocerlo y quedé tan impresionado que inmediatamente me entrevisté con Marcos Baroja, responsable de la franquicia Infinit Fitness, para que me contase más sobre su proyecto. Pero ya en ese momento le vi grandes posibilidades y unas perspectivas rentables como apuesta económica; así que inmediatamente le planteé a mis dos socios la posibilidad de crear una sociedad para explotar no uno, sino varios gimnasios, pues la idea es, si todo sale bien, no limitarnos a un solo establecimiento”. En esa reunión vieron que la inversión necesaria estaba a su alcance, y en menos de un mes tenían firmado un contrato con la central para llevar a cabo lo que ellos deseaban, que era clonar el gimnasio de La Moraleja y trasladarlo a otra zona de poder adquisitivo medio-alto para emplazarlo dentro de un complejo de oficinas. “Comenzamos buscando en el barrio de Salamanca, pero en seguida nos fijamos en la zona del Cerro de los Gamos, en Pozuelo. En septiembre del año pasado teníamos el visto bueno de la central para el emplazamiento actual, y en diciembre pudimos inaugurarlo”.

Se trata de un local de 240 metros cuadrados, muy diáfano –las cristaleras permiten que la luz natural entre a raudales– dividido en tres zonas. “Podíamos haber buscado un local más grande, pero preferimos sacrificar algo de espacio y tener en una sola planta la zona de ‘cardio’, con cuatro máquinas para correr (dos elípticas de paso fijo y otras dos, variable) y cinco bicicletas estáticas, una de ellas para ‘spinning’; la zona de entrenamiento del tronco superior e inferior, y la de peso libre”. En total, han sido alrededor de 150.000 euros, pues estos tres emprendedores no han querido reparar en gastos, y han sabido reservar una parte para realizar un intenso marketing callejero y una preventa que les ha granjeado ya más de medio centenar de inscripciones –el punto de equilibrio de su plan de negocio se sitúa en torno a los 200 socios–, pues han llegado a situar un stand informativo en el Hipercor de El Corte Inglés cercano a la zona. “Estamos muy contentos con la respuesta de los vecinos de la zona y de las personas que trabajan en el complejo de oficinas, y ello a pesar de que abrimos en el peor momento para un gimnasio, que es el próximo a las Navidades. También es cierto que enero es el mejor, pues las personas solemos hacernos siempre buenos propósitos para un año entrante, y una de las primeras preocupaciones suele ser siempre el estado de forma y la salud”.

Infinit Fitness es una cadena española de franquicias de gimnasios de conveniencia; es decir, cercanos, accesibles, a unos precios asequibles y abiertos las 24 horas, los 365 días del año. Con sus aparatos y su material deportivo de última generación, estos centros, que poseen un avanzado sistema de seguridad y vigilancia 24 horas, y cuyo acceso se realiza mediante control biométrico (lectura de la huella digital) garantizan la total autonomía del socio para llevar a cabo su entrenamiento saludable, con las máximas facilidades, y siempre que lo desee.

•    Esta cadena apuesta a caballo ganador, pues se trata del concepto que ha triunfado en Estados Unidos, cuna del ‘fitness’, con gimnasios urbanos de proximidad, no excesivamente grandes, abiertos eso sí las 24 horas, ecoeficientes en lo que a gasto energético se refiere, dotados con lo último en aparatos de ‘fitness’, que fomentan el entrenamiento guiado por entrenadores personales, y al alcance de cualquier bolsillo que quiera cuidar su salud. Su objetivo a medio plazo es bastante razonable: una treintena de aperturas antes de concluir 2015. 

La apuesta de Infinit Fitness para los inversores que estén buscando apostar por un concepto de negocio novedoso, que tiene todas las de convertirse en el gran protagonista de su sector, está servida: gimnasios urbanos de proximidad, no excesivamente grandes, abiertos eso sí las 24 horas, ecoeficientes en lo que a gasto energético se refiere, dotados con lo último en aparatos de ‘fitness’, que fomentan el entrenamiento guiado por  entrenadores personales, y todo ello al alcance de cualquier bolsillo que quiera cuidar su salud. “Pues desde mediados de la década pasada, la sociedad ha cambiado, y demanda un buen servicio y a un precio razonable”, señala Marcos Baroja, director general de Infinit Fitness.

“Si a ello se añade que el cuidado de la salud corporal cada vez tiene una mayor relevancia en nuestra sociedad –entre otras cosas, pero no solo– debido al sobrepeso, el ‘fitness’ se ha convertido prácticamente en un bien de primera necesidad; entendido no tanto como culto al cuerpo, sino a estar en forma y sentirnos bien”. Y cuando Marcos Baroja habla de gimnasios asequibles lo está haciendo de tarifas que suponen un gasto de menos de un euro al día, o de abonos familiares prepago/anual de 840 €, por el que cuatro personas pueden estar hacer uso de las instalaciones todo el año, y salen a 17,5 € por persona al mes.“Con un acceso personalizado –mediante la huella dactilar del socio–, y lo mejor en aparatos del ‘gigante’ mundial de la salud y el ‘fitness’ Precor, tratamos de hacer compatible la mejor de lo mejor con unas tarifas como las mencionadas, merced al ahorro en personal de mantenimiento”. Ello permite que la facturación media de un establecimiento el primer año pueda alcanzar los 200.000 euros, y que la amortización del capital invertido se produzca en los 18 primeros meses.

La superficie ideal que busca la franquicia Infinit Fitness para sus centros está en torno los 250 a 350 m² “En cuanto al perfil del franquiciado, no hace falta que tenga conocimientos del mundo del ‘fitness’, ni siquiera del ámbito empresarial, pues el nivel de gestión que requiere un centro es bajísimo. Buscamos sencillamente alguien que sepa ver las enormes posibilidades de este concepto de negocio. Un inversor que quiera dedicarle a su negocio no más de tres horas al día, y que no tenga problemas en llevar a cabo al menos tres aperturas; que no se conforme con un solo gimnasio”. De hecho, esta enseña tiene una oferta especial para aquellos que lleven a cabo tres aperturas, distanciando las inauguraciones entre 6 y 12 meses entre ellas, consistente en una rebaja del canon de entrada de 18.000 € a 44.000 € por tres unidades operativas. El nivel de inversión varía entre los 150.000 y los 250.000 €, pero de ellos entre 80.000 y 100.000 € corresponden al equipamiento del centro, y mediante el acuerdo con el fabricante estadounidense la financiación se puede llevar a cabo a través de ‘renting’.

Infinit Fitness es una cadena española de franquicias de gimnasios de conveniencia; es decir, cercanos, accesibles, a unos precios asequibles y abiertos las 24 horas, los 365 días del año. Con sus aparatos y su material deportivo de última generación, estos centros, que poseen un avanzado sistema de seguridad y vigilancia 24 horas, y cuyo acceso se realiza mediante control biométrico (lectura de la huella digital) garantizan la total autonomía del socio para llevar a cabo su entrenamiento saludable, con las máximas facilidades, y siempre que lo desee.

Cuando Marcos Baroja buscaba oportunidades de negocio para su recién creada sociedad de inversión, Royal Oaks Capital Partners, hizo un estudio de mercado que le arrojó un resultado sin equívocos: los gimnasios contaban con un potencial de crecimiento superior al resto de negocios.

Una investigación propa concluyó que había amplias zonas de Madrid sin ninguna oferta de gimnasios mientras que en otras había sobreexplotación y locales sobredimensionados. «Hubo el boom de los gimnasios y sucedió como en la construcción. Se construyeron enormes locales en barrios donde no había suficiente población. Se creía que sobraban los clientes VIP. Hay pero no todos quieren gastar 100 euros al mes en un gimnasio», explica Baroja.

Inspiración americana 

De formación economista, Baroja ganó el premio de joven emprendedor en 1997. Inspirado en las experiencias de cadenas en Estados Unidos, unió conceptos y creó un modelo de franquicias de gimnasios que no necesita plantilla fija. Con un sistema de control automatizado y videovigilancia constante, concibió Infinit Fitness, una cadena de gimnasios de proximidad con posibilidad de ofrecer costes muy bajos.

“No hace falta tener plantilla. Los servicios de limpieza y entrenador personal se pueden contratar a empresas externas. No hay recepción y cada usuario es autosuficiente. Es el equivalente al gimnasio de un edificio”, explica el propietario de la franquicia.

Procesos automatizados

En su local de la exclusiva urbanización en La Moraleja tiene contratada a una administrativa, pero asegura que los establecimientos más reducidos pueden ser gestionados por el mismo franquiciado, ya que casi todos los procesos están automatizados. Los vestuarios son pequeños porque la mayoría de clientes viven cerca y se cambian y duchan en casa. «Como propietario, con dedicarle tres horas al día, es suficiente», asegura.

El local ha sido el proyecto piloto para desarrollar el resto del negocio. En dos meses, contaba con 500 socios con tarifas que rondan los 30 euros. Al no depender de personal, la franquicia Infinit Fitness ahorra el 30% de los costes fijos. Baroja asegura que el concepto tiene buena acogida y hasta ahora ha abierto cuatro locales en Madrid, dos propios y dos franquicias.

10 locales en dos años 

La inversión media del local se encuentra entre los 150.000 y os 250.000 euros. Actualmente está en negociaciones para comenzar a abrir en otras ciudades de España, pero el plan de expansión no está libre de escollos. «No es tanto la falta de financiación, sino la falta de garantías», detalla Baroja.

Los planes del negocio incluyen la apertura de 10 locales en España, para lo cual ha comenzado a buscar multifranquiciados con capacidad de abrir varios establecimientos a la vez.