La franquicia Amorino estrena tres nuevos sabores para Verano

La franquicia Amorino estrena tres nuevos sabores para Verano

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En verano el apetito se deja llevar por lo más refrescante: no hay nada mejor para superar las altas temperaturas que un helado elaborado con las frutas de temporada.

Amorino, franquicia de heladerías artesanos conocida por su icónica rosa, vuelve a sorprendernos con tres nuevos sabores para un verano refrescante. La casa francesa de esencia italiana –ese es el origen de sus fundadores, Cristiano Sereni y Paolo Benassi, se reinventa continuamente y cada mes presenta un nuevo gusto. Y ahora que el calor aprieta es el momento idóneo para los sorbetes más frescos hechos a base de fruta de temporada (cuentan con un 49% de fruta en su composición); así para estos meses la franquicia Amorino ofrece tres nuevos sabores diferentes que se añaden a su carta:

En julio: YUZÚ. Déjate seducir por una nueva experiencia de sabor, el descubrimiento de una fruta originaria de Asia. Similar a un pomelo pequeño, el Yuzú revela un poder aromático que seducirá a los fans de los cítricos. Un sorbete «pura fruta» que trae la frescura al caluroso mes de julio.

En agosto: RIBES NERO BIO (Grosella Negra Bio). Otro refrescante sorbete “pura fruta” elaborado a partir de la variedad de las bayas Andega procedentes de cultivos biológicos. El color oscuro de este fruto silvestre atraerá todas las miradas justo antes de conquistar los paladares más golosos.

En septiembre: MIRTILLO BIO (Arándanos Bio). Este nuevo helado “pura fruta” creado a base de bayas de procedencia biológica será el que ponga un sabroso final al verano y dará paso a una nueva estación que traerá consigo otros sabores. Los arándanos teñirán el mes de septiembre con su característico color azulado.

Franquicia de helados naturales y artesanos

Desde 2002, cuando abriera su primera boutique en París, Amorino no ha parado de crecer; en nuestro país cuenta ya con 15 espacios en las mejores áreas de Madrid, Barcelona, Bilbao, Valencia, Zaragoza, Málaga y, más recientemente, Marbella. Sus helados son sinónimo de calidad: 100% naturales, no llevan colorantes, conservantes ni aromas artificiales; en cambio, están elaborados con productos bio –cuenta con el certificado EcoCert, que certifica que es un producto totalmente biológico- y con el savoir faire de los maestros artesanos. Todo esto unido a sus sabores únicos –hasta 23 diferentes- ha hecho que siempre se formen colas delante de sus establecimientos.

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